Buenos chicos, grandes eventos y camisetas que hacen juego invita a los líderes de jóvenes a una conversación innovadora. Esto los ayuda a crear y mantener un ministerio para los jóvenes que se sustenta en una relación efectiva y contagiosa con Dios y los demás. El escritor y líder de jóvenes David Hertweck hace grandes descubrimientos junto a colegas líderes jóvenes mientras se mueve a través de tres puntos fundamentales: ¿Tiene el grupo de jóvenes fluidez en el evangelio? ¿Son los jóvenes dependientes del Espíritu? ¿Tiene los jóvenes una comunidad bíblica? Hertweck, un veterano obrero de los jóvenes, explica que si los que trabajan en el ministerio estudiantil celebran algunas victorias, mientras que sin querer pierden el panorama general de una nueva vida en Cristo, los estudiantes creerán las cosas equivocadas. Esto podría tener enormes implicaciones en como los niños viven su fe ahora y como adultos. Cuando los líderes de jóvenes optan por reenfocarse en estos valores, están acatando el mandamiento de Jesús de hacer discípulos. Los adolescentes en sus grupos prosperarán tanto ahora como después.